Hoy
en día en este país “ser profesional” no es solo un titulo universitario, sino
que también es una etiqueta de poder ante una sociedad subdesarrollada, que no
comprende y atribuye el ser profesional a “alguien superior” a los demás, es
decir, al resto de los trabajadores de nuestro país.
Como
alumnas universitarias, creemos que esta idea comienza a sustentarse a mediados
de los 80, época en el cual país estaba sometido a una dictatura en la cual no
permitía otra idea política que la del presidente. Por está razón, jóvenes y
adultos bajo una crisis evidente del país, comenzaron a salir de sus casas con
el fin de trabajar y otros a estudiar una carrera universitaria en pro de un
mejor futuro.
Bajo
este contexto, estudiar en la universidad significó “ser alguien especial”, ya
que no todos tenían los requisitos para quedar en la educación superior debido
a los recursos económicos, falta de información, notas o un puntaje sobre el
rango de exigencia. Todo este tipo de características daban al ser
universitario una etiqueta de ser especial con un ”futuro por delante” que será
superior y tendrá una mejor solvencia económica que la que poseía en ese
momento.
Por
otro lado la universidad también tenía otro concepto, a mediados de los 80 la
universidad estaba creada para formar profesionales con el fin de construir un
mejor país, es decir, te educaban para una herramienta fundamental de progreso.
Hoy
en día no, a raíz de tanto ser profesional y ser universitario, la universidad
buscar seres competitivos que tengan un perfil determinado y competencia apta
para el mundo laboral, es decir, busca formar seres fríos sin valor alguno y
que tan solo sean un herramienta técnica para desempeñar su trabajo lo
eficiente y rápido posible.
Con
esto, queremos decir “ser profesional” a
los largo de los años se ha ido tergiversando y cambiando durante las épocas,
ya no se necesita al profesional, se necesita
al profesional más eficiente, pero si indagamos más en tema podemos darnos
cuenta que a pesar de que el “ser profesional” a cambiado, paradójicamente la
sociedad sigue teniendo en cuenta que el “ser profesional” significa “ ser
alguien en la vida” es decir, vamos a la universidad para ser profesionales dignos y respetados
por nuestro entorno. Algo que es
sumamente incorrecto porque a la larga y en la practica se esta necesitando más que un titulo, ahora
es magíster, el posgrado etc. estudios más específicos que nos dan una etiqueta
de seres que “sabemos” cuando los estudios no son equivalentes a la vocación y
la eficiencia del profesional practico.
Curiosamente
estamos creando dentro del sistema universitarios seres humanos sin valor alguno
y con la capacidad de aplastar al otro sin ningún remordimiento. Este tema
podría sacar muchas respuestas sobre nuestra futura sociedad como los son las
amistades ficticias, los divorcios, la tergiversación del amor etc.
EL SER
FONOAUDIÓLOGO
Al ser parte de esta sociedad, nos
vemos atacados diariamente, por la competitividad y ser mejor que los demás,
pero el ser fonoaudiólogo, debe ir más allá que solo “ser alguien en la vida”;
debido a que estamos en constante contacto con personas.
Si
solo trabajamos por la remuneración a fin de mes, lo más probable es que nos
quedemos sin pacientes, ya que, estos se darán cuenta de que nos interesa su
dinero, antes que su bienestar.
En
lo personal creemos que como futuros terapeutas, más que ser alguien solo por
querer ser alguien en esta sociedad, debemos enfocarnos en qué es lo que
hacemos por nuestra sociedad, como
estamos marcando la diferencia aún estando insertos en ella. Ser fonoaudiólogos
no es solo ser profesional y sacar una carrera, es llevar a fondo y a la
práctica todas nuestras capacidades como humanos, como personas y como seres
partes de esta sociedad que tiene una misión, y que a pesar de que para algunos
no sea la gran cosa, para nosotras es ser quienes ayudan a lograr que nuestros
pacientes logren comunicarse, logren tener una vida como todos los demás, sin
restricciones comunicativas, partiendo de tener una comunicación con ellos.
Como profesionales formados tenemos un gran motivo, el que guiara nuestro
actuar, y que es entregar todas las herramientas posibles, ya sean psicológicas
o físicas, a quienes crean en nosotros.
En
conclusión, y a modo de resumen, creemos que si bien el concepto "ser
profesional" ha ido cambiando a lo largo de los años, la esencia es la
misma, es decir, dentro de la sociedad siempre se va a valorar más a aquella
persona, sea hombre o mujer, que posea un título profesional que
"respalde" sus conocimientos.
Es
por eso que creemos que es importante que se tome conciencia acerca de la
significancia que tiene ser profesional, y cómo estamos influyendo dentro de la
sociedad en la que vivimos. Por lo mismo, debemos tener presente que no porque
estamos optando a tener un título universitario, y según el pensamiento
generalizado de la sociedad, nos encontraremos un "escalón más
arriba", tenemos que dejar de lado los valores que nos rigen.
Para
finalizar, estamos conscientes que cuando llegue nuestro momento de ejercer
como fonoaudiólogas, debemos hacerlo de la mejor manera, es decir, estamos
dispuestas a entregar todo lo que estudiamos y aprendimos a lo largo de la
carrera a nuestros pacientes. Sabemos que ellos van a depositar toda su
confianza en nosotras, y que esperarán que les entreguemos conocimiento, verdad
y discreción, por lo mismo tenemos que ser "ser humanos reales", no
estamos por sobre los demás, al contrario, estamos aquí con la misión de ayudar
e integrar al que lo necesite, por eso debemos tratar a todos por igual, sin
hacer ningún tipo de diferencia.