Ensayo sobre "ÉTICA PARA AMADOR" por Camila Díaz

                     ¿Hasta dónde llega nuestra libertad?

Fernando Savater, es el autor de “Ética para Amador”, en este libro se abordan temas relacionados con la ética, qué es lo que estudia ésta, las múltiples diferencias que presenta con la moral, las aplicaciones que se le puede dar tanto a la ética como a la moral durante el diario vivir, entre otras cosas. Como el nombre lo dice, el libro está dirigido a su hijo, Amador, y aunque para él fue hecho el ensayo (libro) al leerlo resulta ser un libro dirigido tanto para público joven como para adulto.

Al leer el libro, en cada capítulo se ve claramente que se relaciona íntimamente con la libertad, ejemplificándolo también en cada uno, lo que resulta muy agradable al momento de la lectura. Ética para Amador nos muestra la perspectiva de cada persona es libre de elegir lo que quiere para su vida, es libre de distinguir entre lo bueno y lo malo, aunque esto se logra rescatar de la enseñanza de los padres y de la propia cultura, a todo esto, a todas estas decisiones que el ser humano toma por sí mismo es lo que autor llama Libertad. Habla también de cómo es posible guiarse para poder llevar una buena vida, de cómo las cosas malas y también las buenas influyen en ella, en lo cotidiano, en la actitud frente a cosas y personas, y como las personas influyen también en nosotros. En simples palabras, explica como factores externos e internos nos conducen a tener ciertas actitudes o a realizar ciertas cosas, a esto le llama “motivos” y gracias a esto es que muchas de las cosas nombradas anteriormente se pueden entender o justificar de una manera más humana.

                                                           Síntesis del libro

En el capítulo I se explica lo que es la libertad, y se da a entender que es la capacidad de elegir entre lo que es bueno y lo malo. En los humanos por ejemplo, lo bueno y lo malo puede ser contradictorio dependiendo de la circunstancia, no así en los animales, estos no son ni buenos ni malos, no tienen opción como nosotros, ya que naturalmente están programados para un fin. (Cáp.2) ¿Por qué hacemos las cosas? se nos muestra la forma en que seguimos ordenes mecánicamente,  como nos vemos inmersos en costumbres o siguiendo caprichos, estos tres son motivos que nos llevan a hacer gran parte de nuestros actos y en base a estos haremos frente a distintas situaciones, aunque cabe destacar que ordenes y caprichos son externos a nosotros, mientras que capricho es interno. (Cáp.3) Es necesario pensar un poco más las cosas antes de actuar, no siempre se debe dejar llevar por los motivos antes mencionados, pues somos libres de decidir, pensar nuestra decisión y hacernos cargo de ella. Aquí es donde se entra en el dilema de lo bueno y lo malo, cuya única solución sería hacer lo que uno quisiera, sin guiarse por normas ya establecidas. (Cáp.4) el vivir bien se relaciona con lo anterior, “haz lo que quieras”, pero también con la toma de buenas decisiones y saber realmente que se quiere, para esto se debe pensar mas allá de lo que se quiere en el momento, independiente de la necesidad. Se deben tomar en cuenta las relaciones que tenemos a nuestro alrededor pues es lo que nos hace ser personas, es por medio del lenguaje que poseemos cultura y nos permite relacionarnos, y como lo que se quiere es una buena vida, no sirven de nada las cosas materiales si no se tienen relaciones humanas. Esto da forma a una hecho reciproco, “darse una buena vida y dar buena vida”. (Cáp.5) Una buena vida se forja en base a un conjunto y no en cosas materiales, por lo tanto a las cosas se les trata como cosas y a las personas como personas, jamás en un sentido contrario pues no tendremos ni amor ni amistad, así todo tendrá más sentido, y tendremos mayor libertad. (Cáp.6) Como personas tenemos la obligación de no ser “imbéciles” para ser libres y tener una buena vida, para esto debemos poner mucha atención y aprender la mayor cantidad de cosas posibles, y tener conciencia. Se aplica el concepto de egoísmo, que no es malo pues se quiere una buena vida para uno, pero es bueno solo si no se daña al prójimo, eso es ser un egoísta consiente. En un caso contrario, habrá remordimiento, que nos dará a entender que nos estamos arruinando al usar mal nuestra libertad.  (Cáp.7) nuestro actuar difiere en el momento en que estamos solos o con mas personas, es más fácil en el primer caso pues en el segundo al tratar con otros humanos el trato debe ser diferente, por ejemplo, al que sería estando con animales. La forma de actuar con otros es muy importante, no debemos olvidar que son personas, al ponernos en su lugar estamos tratando humanamente y a la vez participando en su sentir o pensar. (Cáp.8) lo inmoral no tiene nada que ver con el sexo por más que muchos lo confundan, la función de este no es solo procrear, sino también hacer lazos y gozar. Mientras más entendamos esto, mas humanos seremos. La sociedad teme al placer, y por eso el sexo es algo “inmoral”, pero no debiera ser un tabú si se vive el sexo sin excesos y cuando se hace un buen uso de él. Así nuestra vida se enriquecerá. (Cáp.9) Otra cosa inmoral para muchas personas, es la política, criticándola a ella y a la gente en general. Lo que estas personas no entienden es que ellos son los inmorales al realizar tales críticas. Nosotros escogemos a nuestros políticos, no son muy diferentes de nosotros, sino no los escogeríamos, aunque claro está, hay algunos que solo buscan poder. Al escoger, nos estamos preocupando de vivir bien, que va de la mano de la ética y la política. La ética se ocupa de lo que hacemos personalmente con nuestra libertad; en cambio la política ve las libertades de manera más provechosa.

                                       Análisis desde la perspectiva individual

Creo que Savater hace un buen planteamiento en cuanto a la ética, y estoy de acuerdo con él principalmente con el hecho de que somos libres de elegir lo que queremos para nuestras vidas, somos libres de escoger los caminos que se nos ponen cuando enfrentamos situaciones o problemas, no estamos sometidos a una solución única como quizás muchas personas o culturas crean. Cuando habla de lo bueno y lo malo, no pude evitar pensar en mi rol como profesional y que pasaría si no pensara un poco más las decisiones que tome a futuro, durante una terapia, por ejemplo. Hay un límite entre lo bueno y lo malo y siempre se debe tener un conocimiento para saber que nos conviene o no. Reflexionando en todas las cosas que he hecho, concuerdo con el autor en plantear las ordenes, las costumbres y los caprichos como motivos de nuestro actuar. Aun dependo de mis padres, por lo que estoy bajo sus órdenes y dentro de la sociedad debo cumplir con las normas de un buen convivir. Las costumbres creo que las adquirimos desde pequeños; lavarnos los dientes, almorzar, bañarse, aunque otras van cambiando según crecemos. Mis caprichos, mas bien salen a flote cuando sé que puedo lograr algo, cuando algo es “fácil” pero he aprendido a dejar de lado aquellos que no me dan nada bueno. Si en algún momento mi actuar no está basado en ninguno de los motivos anteriores, ya estaría haciendo lo que yo quisiera, y aunque el autor lo define muy bien, concuerdo pero no totalmente, creo que muchas veces no podemos hacer lo que queramos, pues estaríamos cayendo en un vicio de caprichos, concuerdo si en que hay que hacerlo cuando nos traen armonía, como practicar el deporte que queremos o cosas así, pero sin dejar de lado nuestras responsabilidades, vivimos en sociedad y no podemos trasgredir a otras personas solo por hacer lo que queramos. Si bien somos libres, creo que nuestra libertad termina cuando empieza la del otro. “Da la buena vida” ha sido el capitulo en que más he estado de acuerdo con Savater, a mi pensar, nadie puede hacer conmigo lo que quiera y menos yo puedo hacer esto con otra persona, ante todo somos personas con la bendición de razonar y ser capaces de hacer uso de la libertad que se nos concedió, y con libertad me refiero a tomar mis decisiones y hacerme cargo de ellas, no que otra persona las tome por mi. Así, lograre ir formando relaciones con otras personas y a la vez humanizarme, está claro que como yo trate a otras personas así me trataran a mi, por lo que el respeto y el lenguaje son claves para formar estas relaciones. Así mismo, si nos aferramos a cosas materiales y dejamos a las personas de lado, podremos vivir así un tiempo, pero llegara el momento en que necesitemos de otros y nos estarán. Para tener una buena vida debemos hacer un equilibrio entre las relaciones personales y las cosas materiales, cada uno debe tratarse como tal, humano como humano y cosa como cosa, si esto ocurre en un sentido contrario, estaríamos propiciando nuestra soledad, pues no lograremos tener amistad, amor y respeto y muchos menos libertad. Los factores nombrados anteriormente harán o ayudaran a que no sea un persona imbécil, aunque muchas veces lo he sido al no hacer o decir cosas que debí y quise en el momento, pese a esto, no coincido en el término usado por el autor, pues somos personas inteligentes pero que a veces necesitamos un empujón. Podemos ser egoístas, como se plantea en el ensayo, pero no egoístas imbéciles, debemos pensar hasta donde podemos ser egoístas, debemos cultivar nuestras relaciones personales para evitar sentir remordimiento. Y para no ser un egoísta imbécil, debo pensar en las otras personas, debo ponerme en su lugar, no puedo trasgredir el pensamiento o el derecho de los demás, a pesar del color o la cultura, en un mismo fin somos iguales, con las mismas pasiones, con el mismo sentir. Tengamos una buena recepción al momento de conocer a alguien. Coincido plenamente en que el sexo no es una inmoralidad, sino muchas veces es un acto de amor, entrega y placer, no solo con fines reproductivos. A pesar de que muchas personas lo consideran  como tal, yo consideraría inmoral el abuso sexual o realizar el acto en público, estos si van en contra de las normas. Para disfrutar no es necesario caer en excesos ni en la vulgaridad, si hacemos esto podremos hacer uso pleno de nuestra libertad sin pasar a llevar a otros. Parecido ocurre con la política, muchos se enfocan solo en lo económico, y para poder ser un buen político se deben tomar en cuenta todo lo dicho anteriormente; no ser imbécil egoísta, no trasgredir personas, en el fondo velar por el buen vivir de todos, y tener en cuenta que a esta persona que velara por nosotros la elegiremos nosotros mismos, por lo que debemos hacernos cargo de esta decisión.

            

                                                         Conclusión

Como se pudo ver, la ética está estrechamente ligada a la libertad, pues estudia lo que es bueno o malo para nosotros, lo que nos conviene o no y esto debemos elegirlo nosotros, nuestras decisiones son nuestra libertad, los caminos que escojamos, sean buenos o malos y siguiendo el motivo que sea. La ética estudia lo que nuestra libertad nos lleve a hacer, nos lleve a actuar, y se espera que lo que hagamos se relacione con el buen vivir y logremos tener una buena vida haciendo un buen uso de la libertad que se nos otorga, se espera que aprovechemos este gran regalo pues no todos pueden contar en un cien por ciento con ella, los presos por ejemplo, pueden hacer lo que quieran pero tienen el límite de estar recluidos en un lugar, que por lo demás, no es agradable. Para tener una buena vida debemos pensar en otros también, ponernos en el lugar de otras personas para así también ser un poco mas humanos y juzgar de una manera más objetiva. Todo esto es reciproco, y si se siguiera al pie de la letra el ponerse en el lugar del otro, que distinto seria todo hoy en día, tendríamos mayor capacidad de formar relaciones humanas, de no ser materialistas, pero de esta misma forma muchas veces es la sociedad la que nos hace ser así, al final, sólo seguimos a la masa. Si todos se dieran cuenta de que dando una buena vida tendríamos nosotros una mejor, todo sería muy diferente, muchas de las cosas horribles que pasan hoy por hoy no existirían, ni siquiera estaría en nuestras mentes que sucedieran alguna vez. Reflexionemos y tomemos nota de todo lo que leímos en este gran ensayo.