viernes, 19 de julio de 2013

BIOÉTICA: MUERTE DIGNA


          La bioética, es la rama de la ética que se encarga de dar los principios para la correcta conducta de los seres humanos respecto de la vida. En base a lo anterior, y teniendo en cuenta que regula el respeto hacia las personas y sus derechos, es que hemos escogido como tema principal, la muerte digna. 
          Ortotanasia es otro nombre que recibe el concepto de muerte digna, y hace referencia al proceso que conlleva la muerte, es decir, a todos los cuidados que debe recibir el paciente para poder llevar de mejor manera su enfermedad. También puede ser entendida como la opción que tiene la persona de decidir si es que quiere o no ser sometida a intervenciones que prolonguen su vida, teniendo en cuenta que es sólo para vivir un poco más de tiempo, no para curar la enfermedad.
          Es importante mencionar, que no se debe confundir la muerte digna con eutanasia, ya que la primera propone acompañar al enfermo sin alterar el curso de su enfermedad, es decir, espera a que llegue la muerte. En cambio, eutanasia, que significa "buen morir",  y se define como "la conducta intencionalmente dirigida a terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad grave e irreversible, por compasión o por razones médicas"
          Los medios de comunicación y la sociedad en general están modificando la idea de morir, llevándola, en su mayoría, a la hospitalización, donde muchos de los enfermos terminales son sometidos a tratamiento e incluso experimentaciones que no les permiten disfrutar el tiempo que les queda en paz y junto a sus seres queridos. La opción de muerte digna, le da al paciente la oportunidad de escoger desde cuidados mínimos a cuidado paliativos.
          Por lo tanto, respecto a los constructos del cuidado, todos se ven relacionados con la muerte digna, partiendo por la compasión, ya que bajo este constructos nos ponemos en el lugar del otro para hacernos participe de su padecimiento, aún más en el caso de muerte digna en que la persona está en una situación más crítica. 
          El segundo constructo presente es la competencia, teniendo como base que en el caso de la muerte digna, los profesionales que se ven relacionados, deben están altamente capacitados y deben ser competentes en su área, con el propósito de entregar las mejores opciones a los pacientes.
          Los constructos de confidencialidad y confianza están íntimamente asociados a la relación clínica, el profesional y el paciente se unen en un vínculo basado en la confianza, el paciente que busca una muerte digna, es posible que entregue sus últimos deseos, pensamientos o incluso palabras a un profesional en el que confía y espera discreción y confidencialidad de parte de él, para guardar sus declaraciones.
          Finalmente, se encuentra la consciencia, donde el profesional está atento a lo que hará o generará en el paciente y las consecuencias que esto puede traer, llegando a modificar la muerte de digna a manipulada.
           Por otra parte, se pueden analizar el principialismo en la muerte digna, donde se definirán dos planos, el primero será el marco estructural en el que ocurre la relación clínica, un contexto más público y el segundo serán las obligaciones de la relación clínica, donde se tomarán decisiones enmarcadas en el primer plano.
          Entonces, inserto en el plano número uno, es posible encontrar el principio de No Maleficencia, donde los profesionales se deben encargar de no provocar daños en los pacientes, entregándoles las mejores técnicas, asesorías y avances en pro de su salud.
          Otro principio que se encuentra en este plano es el de justicia, acá se debe certificar que los procedimientos sean eficientes y a disposición publica y equitativa entre los pacientes.
          En el segundo plano, aparecen las obligaciones que existen entre el profesional y el paciente y que permitirán establecer lo que sea lo más efectivo para el cuidado y/o mejoramiento de la salud de las personas y de esta manera concretar cuál será finalmente la mejor propuesta para llevar a cabo. Los límites que no deben pasarse a llevar son los del primer plano.
          La beneficencia calza como un principio del segundo plano, ya que se orienta en los aportes de conocimientos científicos y experiencia en casos de salud que realizará el profesional a la relación clínica, con el propósito de ayudar al paciente a escoger la mejor alternativa entre las propuestas.
          Y finalmente otro principio que es posible encontrar es el de autonomía, en el que el paciente entrega sus valores, opiniones, creencias, juicios y preferencias como aporte a la relación clínica, además de su valoración respecto de la vida.
          El morir dignamente seria entonces morir libre de dolor, con analgésicos necesarios para la ansiedad y medicamentos que se requieran para combatir las incomodidades que se pueden presentar, eliminando dentro de lo posible el sufrimiento de morir en vida y dar a la persona una autonomía y libertad de elegir.  La Ortotanasia es respetar la dignidad de quien está muriendo, pues hay ocasiones en que el único deseo de la persona es morir, pero por decisiones medicas basadas en un deber moral no se le permite y se le obliga a someterse a una degradación que no iguala el camino hacia la muerte. Precisamente no solo se  tiene que mantener una mera existencia vegetativa, sino que preservar al ser humano integral.

2 comentarios:

  1. Me parece interesante la idea de "muerte digna" ya que se respeta hasta última instancia la decisión del paciente, que al final es eso lo que importa, ya que es su vida.
    Me gusta la idea de que se se le acompañe hasta el final, intentando dar de todo para que la vida o lo que de de ella sea agradable.

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